Vicente y Ana Ferrer eran un matrimonio que vivía y sigue viviendo (Vicente ya ha fallecido) en Anantapur, India. Crearon una fundación que atiende a alrededor de tres millones de personas. Esta ha conseguido salir adelante gracias a las personas que apadrinan a niños necesitados para que puedan tener una vida digna. La idea de esta organización es que los niños no salgan de su entorno y que puedan comunicarse con sus padrinos mediante carta.
En mi opinión, tanto Vicente como Ana Ferrer, encuentran la felicidad ayudando y trabajando por y para los demás. En cuanto a su persona, Vicente era una persona optimista y tenía una obsesión, ser justo. Además, le restaba importancia a las cosas que creía que no la tenían. En cuanto a Ana, es una persona muy detallista porque siempre quiere que todo salga perfecto.
Ambos siempre hablaban de la providencia (estar en manos de Dios). Su hijo Moncho, resalta una frase que solía decir Vicente: "El dinero no tiene valor, las personas tienen valor."
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