domingo, 29 de mayo de 2016

Vicente y Ana Ferrer

Vicente Ferrer fue un filántropo español, considerado una de las personas más activas en la ayuda, solidaridad y cooperación con los desfavorecidos del tercer mundo. Desarrolló su actividad fundamentalmente en la India, donde llegó como misionero jesuita.
Ferrer fue una persona que trabajaba duro y sin vacaciones. En Anantapur, ayudó a 3 millones de personas y creó una fundación. Era un hombre que tenía una obsesión con ser justo. 
Se encargaba de proyectos sociales como el apadrinamiento de niños. En la india, se centró en ayudar a los intocables (los mendigos). Creía que si eras feliz podrías repartir felicidad amando a los demás, gracias al equilibrio espiritual. Para Ferrer era fundamental la providencia divina (acto de abandonarse en Dios).
Ferrer era una persona que no le gustaba perder el tiempo, y siempre decía: “Salid y haced algo bueno por alguien”. Y en eso, se basaba su felicidad. Era una persona muy cariñosa, sencilla, tranquila y positiva, menos cuando se enfadaba dado que era una persona que tenía mucho carácter.
Ana Ferrer se caracterizaba por ser una persona humilde que siempre estaba en segundo plano y le dejaba el protagonismo a Vicente. Ana y Vicente, como pareja, vivían un amor espiritual. 
Ana mezcló niños que no ven con niños que sí para demostrar que todos somos iguales  y crear normalización.


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